Una característica
propia de los seres humanos,
parece ser la tendencia al juicio;
estamos acostumbrados
a calificar y catalogar todo,
bajo el lente de bueno o malo,
cuando las cosas y las personas
simplemente son.
Procuremos ser simples observadores,
espectadores de la vida
y de los sucesos de los demás,
pero sin involucrarnos;
mantenernos al margen
como simples observadores,
puede ser una gran oportunidad
para comprender a otros.