¡Ojo con la pereza!

Qué pesar, que por pereza...
dejemos de hacer miles de cosas;
dejemos de vivir, de compartir,
de disfrutar y de aprovechar
los innumerables regalos
que la vida nos da.
La cuestión es que somos perezosos;
incluso, mentalmente cómodos,
ante idea del menor esfuerzo,
y hasta reflexionar o profundizar en algo,
nos da pereza.
Recuerda que esta experiencia de vida,
solo se presenta una vez,
¡aprovéchala!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *