No se trata de dejar de ser
¡Se trata de ser mejor!

Si Dios me creó como soy,
fue porque consideró que así era perfecto,
para el propósito de mi vida.
No se trata de eliminar aquellas cositas
que no me gustan o me hacen daño
y le hacen daño a los demás,
cuando se salen de control;
esto es imposible, pues son parte de mí.
Se trata de aprender a manejarlas;
a canalizarlas de una forma constructiva,
para que me permitan sentirme una mejor persona,
sin necesidad de dejar de ser lo que soy.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *