No pierdas tu esencia

Porque a veces la vida te lleva...
a sentir lo que sentirías
dentro de una licuadora,
donde todo está en movimiento,
transformándose.
Los cambios son fuertes,
hay acciones externas
que no siempre puedes controlar,
y puedes sentirte abrumado, impotente,
asustado y sin saber qué hacer.
En estos particulares tiempos,
aférrate a Dios y a su infinita guía,
con el fin de no perder tu esencia.

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