Tengo la tendencia,
a ser muy duro y crítico conmigo mismo;
así es que, aprovecharé que hoy es un nuevo día,
lleno de oportunidades, para verme con más compasión.
Hoy Dios me ama más que siempre,
me comprende perfectamente y no me juzga;
quien juzga soy yo.
Si Él no tiene nada que perdonarme,
porque todo es perfecto,
para mi proceso de vida y mi aprendizaje,
¿Por qué me resulta tan difícil perdonarme?