Desde hace algún tiempo,
empecé a sentirme insatisfecha,
ante el aprecio, la atención
y lo que yo representaba o significaba,
para los más cercanos a mí.
No me sentía a gusto,
con la forma en que se comportaban
a veces conmigo;
y no quería ignorarlo,
y simplemente aceptarlo, porque sí.
Así es que empecé
mi campaña de merecimiento,
sí, porque yo merezco, tú mereces,
todos merecemos ser tratados con amor,
con respeto y con dignidad.
No te conformes con menos,
y procura tratar a cada persona
lo mejor que puedas, recuerda que es,
lo que todos nos merecemos.