Padre, si consideras que soy capaz,
de soportar las pruebas que me das:
dame la fuerza, el valor,
la fortaleza, la fe y la confianza,
para resolverlas de la mejor manera;
y sobre todo,
para fortalecerme a través de ellas
y crecer en tu amor.
Sin ti soy frágil Señor;
¡Tú eres mi fortaleza!