Hay que aprender a amar

Porque… de qué sirve creer que amamos,
si no visitamos, no llamamos, no compartimos;
no hacemos sentir especiales e importantes,
a las personas,
que supuestamente nos importan.
Y mañana… cuando ya no estén,
vamos a arrepentirnos,
por no haber sabido amarlas,
cuando las tuvimos a nuestro lado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *