Esas personas casi invisibles,
pero siempre presentes,
que no hacen ruido
ni ostentan su posición;
pero que siempre están contigo,
cuando las necesitas.
Las que te ayudan a levantar,
te cuidan y te acompañan,
cuando has caído, cuando sufres,
y cuando nadie más,
ni siquiera las personas que amas,
se han dado cuenta de que caíste.