Porque desde que el hombre existe,
siempre ha buscado fuera de sí mismo;
buscó a Dios en los ríos, en los bosques,
en el sol, en las montañas...
y finalmente lo ubicó en el cielo;
cuando se encuentra en su propio corazón.
Y así sucede con el amor, la felicidad, la paz,
la seguridad, la estabilidad, la sabiduría...
siempre espera encontrar afuera,
lo que por naturaleza se encuentra adentro.
Me arriesgaré y buscaré dentro de mí,
pues todo se encuentra allí.