El valor de una lágrima

Me imagino, que como nos sucede a todos en algún momento de la vida, has dejado escapar tus lágrimas en un torrente de llanto, por la emoción que te embarga. Sin embargo, ¿cuántas de esas lágrimas que dolieron y costaron tanto, fueron desperdiciadas, al no haber hecho consciente tu llanto, y sobre todo, al no haber aprendido algo de ellas?

Recuerdo mis años de juventud… mi sensibilidad a flor de piel, me conmovía con facilidad; con decirte que había una telenovela que se llamaba “Corona de lágrimas”, y mis hermanos y amigos iban a casa, sólo para verme llorar…

Más adelante, cuando terminó mi matrimonio y entré en depresión; parecía una lágrima ambulante… lloraba por los ojos, por la piel, por el cabello… Eran lágrimas tan grandes… y dolían tanto, que en varias ocasiones le pregunté a Dios, cómo podría capitalizar esas lágrimas, para que no se perdieran... ya que el sólo hecho de pensar en derramarlas en vano, consternaba mi corazón, que veía mis lágrimas, como el agua que calma la sed… en este caso, un bálsamo, para reconfortar el alma.

Comprendí entonces, que aprendiendo algo de ellas, y compartiéndolo con otros, mis lagrimas habrían valido la pena; y me dedique a aprender de ellas.

Hoy en día he comprendido, que las lágrimas no sólo desahogan el alma, sino que tienen el maravilloso poder de sanar; por eso es importante aprender a llorar, para liberar también, las emociones que las causan.

He comprendido, que es importante llorar conscientemente, ya que al hacerlo, no sólo comprendemos la razón de nuestro llanto, sino que podemos transformar las emociones que las causan. Y te cuento todo esto, para decirte que una lágrima vale mucho; y vale mucho, precisamente… porque cuesta mucho!!!

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