Al mercurio se le conoce como un metal
fascinante y bello, pero letal;
mientras que al oro,
se le conoce como el seductor;
lo interesante es que el mercurio
tiene la capacidad
de absorber totalmente al oro,
haciéndolo parte de él.
Continuando con nuestra analogía,
podríamos decir,
que las cualidades son nuestro oro,
y los defectos nuestro mercurio;
y que aunque tengamos mil cualidades
y un solo defecto,
este podría llegar a destruir nuestro oro.