El enemigo es el miedo
El miedo que debería ser un mecanismo de defensa positivo ante el peligro, al ser una alarma oportuna de supervivencia, hoy en día se ha convertido en un estado permanente, que genera ansiedad, zozobra, incertidumbre, inseguridad y muchas emociones más, que en lugar de impulsarnos nos bloquean; paralizando totalmente nuestro avance.
El miedo, que anteriormente se presentaba en forma individual y en situaciones esporádicas y puntuales de la vida, hoy en día es promovido en forma masiva e imperceptible, a través de los medios de comunicación, las redes sociales y el internet, que por su gran alcance llega fácilmente a todo tipo de personas. La cuestión es, que nuestra mayor vulnerabilidad es la inocencia; inocencia que nos abre ingenuamente a creer y a confiar en todo lo que nos dicen, sin contemplar la posibilidad, de que no todo sea como lo pintan.
Somos crédulos y confiamos en el sistema, en los medios, en las redes y en todo lo que circula por internet, sin hacer uso del discernimiento, que es precisamente, el que nos permite verificar la información con nuestra verdad interior, con el fin de determinar qué es y qué no es verdad; ya sea por sentido común, por verificación de hechos o simplemente por elección propia.
Comprender que el miedo es un estado nocivo a nuestro desarrollo natural, como los seres sociales que somos, debería ayudarnos a estar más alerta, para no caer en él; sin embargo, caemos como moscas en la miel, eliminando la posibilidad de vivir en paz y armonía como lo merecemos. Los estragos que causa el miedo, son mil millones de veces más catastróficos, que los que pudiera tener en su momento, lo que causa ese miedo.
Para la muestra un botón:
Cuentan que en los tiempos de la plaga, la Muerte llegó a un gran Reino a visitar a su Rey:
- Me llevaré a 10.000 de tus súbditos – le dijo.
El Rey sin poder hacer nada, tuvo que aceptar los designios de la muerte y esperar a su regreso. Sin embargo, cuando por fin la Muerte regresó, encontró al Rey muy triste y compungido; muy molesto e indignado con la Muerte:
- Me mentiste le dijo el Rey, dijiste que te llevarías a 10.000 de mis súbditos y yo confíe en ti; sin embargo, han muerto 100.000 y no 10.000 como dijiste.
A lo que la Muerte respondió:
- 10.000 murieron por la plaga como lo prometí; 90.000… murieron de MIEDO.
¿Qué harás, seguirás dejándote dominar por el miedo?
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