El querer toma y deja cuando se siente satisfecho;
como cuando quiero un vaso con agua,
porque tengo sed, y al calmarla, lo dejo a un lado.
El querer es egoísta, solo quiere para sí;
el querer es interesado, calculador,
posesivo y controlador;
el querer es pasajero, hoy está y mañana no;
el querer pone condiciones: - Te quiero, si…
el querer se acaba.
Mientras que el AMOR todo lo da,
todo lo comprende, todo lo perdona;
porque el AMOR es para siempre.
Ahora que les conoces, puedes elegir,
con cuál de los dos te quieres quedar.