Es como si perforaran tu corazón,
dejando escapar las ilusiones,
esperanzas y expectativas,
que tenías en relación a alguien
o a algo en lo que creías.
La primera sensación…
es como la que se siente
al recibir un golpe bajo
te sientes vencid@,
y sin saber en quién creer...
en quién confiar...
La cuestión es, que como en todo,
debes reponerte y comprender:
1. Que el problema no es tuyo,
sino de la otra persona.
2. Que no puedes hacer nada
para cambiar las cosas,
porque eso le corresponde hacer,
a esa persona y no a ti.
3. Que hay que hacer
lo necesario para continuar,
sin que te afecte,
lo que esta persona haga
o deje de hacer.