Cuando hay que cambiar de planes

Desde hace muchos años,
comprendí que mi tiempo,
dependía más del universo,
que de mi voluntad;
ya que llevar una agenda
o planear la semana,
era prácticamente inútil.
Así es que poco a poco,
fui aprendiendo
a vivir en el presente,
a ser flexible y a adaptarme
a los continuos cambios,
que acepto sin resistirme,
sin pelear con la gente,
con la vida o con el universo.
La clave radica en la aceptación,
que te permite fluir
de una situación a otra,
en completa armonía;
con la confianza,
en que todo es perfecto,
y sucede por una razón
y con un propósito.

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