¡Conservaré la fe!

Pues espero respuestas inmediatas
a las acciones o peticiones que realizo,
y me desanimo cuando estas no resultan.
Comprenderé que a veces,
las cosas tardan más de lo esperado,
las personas están ocupadas, el internet está lento,
o los momentos no son los más adecuados;
y en lugar de sentir que todo está perdido,
esperaré las respuestas de la vida:
Sí, cuando todo resulta como lo espero;
No, cuando no resulta;
Y quizás… cuando hay una luz de esperanza.

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