¿Cuándo te sentirás bien,
pleno y contento?
¿Cuándo te sentirás vivo y serás feliz?
¿Cuándo harás realidad tus sueños?
¿Cuándo serás la mejor versión
de ti mismo?
¿Cuándo compartirás
con las personas que amas?
¿Cuándo cumplirás con tus promesas?
¿Cuándo cambiarás?
Porque no sabes,
cuándo será ese último momento;
quizás creas que tienes
una vida por delante,
que el tiempo es ilimitado
y tendrás tiempo.
Pero la verdad es que se pasa pronto;
que se escurre entre las manos,
como el agua,
y que si no le aprovechas ahora,
quizás después ya sea demasiado tarde.
Eres creador de vida, de alegría,
de sueños y esperanzas;
dador de comprensión, serenidad y paz;
contenedor de belleza, pureza e inocencia;
poseedor de paciencia, tolerancia,
aceptación y perdón.
Lo eres porque todo proviene del amor;
y tú eres amor;
fruto del amor de tus padres,
y fuente del amor que has recibido,
al ser esencia del amor divino.
¡He ahí el dilema!
porque nos dejamos llevar
por las formas, los sentidos,
las percepciones y sensaciones;
y vemos, oímos y sentimos,
lo que inconscientemente queremos.
Aprender a diferenciar
las apariencias de la realidad,
es el objetivo a lograr,
ya que todo es subjetivo;
y para ello, centrarte, estar atento,
observar y observarte, es el camino,
para hacer contacto con tu ser eterno,
poseedor de tu verdad interior.