El dedo pulgar representa el poder.
El índice el juicio, la crítica.
El corazón, que es el centro de todos,
representa el amor, los sentimientos.
El anular, los compromisos;
y finalmente el meñique,
el amor propio, el famoso EGO.
Si todos se manejaran a través del amor,
que es el centro de todo,
qué diferente sería lo que hacemos.