Cuando una persona amiga pide mi ayuda,
se la doy con total amor y entrega,
sabiendo que mi apoyo en ese momento,
puede significarlo todo para ella;
ya que los verdaderos amigos,
se conocen en los momentos difíciles.
Brindarle la ayuda que necesita
y mantenerme pendiente de ella,
interesándome en su bienestar,
y en el desenvolvimiento
de la situación que le aflige,
fortalece la amistad que nos une.