Ante los imprevistos de la vida

Lo mejor es fluir, sin oponer resistencia;
confiando en que todo sucede,
por una razón y con un propósito.
Haz el 100% de lo que está en tus manos,
y el resto, lo que no puedas hacer,
ponlo en manos de Dios.
Agradece y vuelve a agradecer,
porque hay que ver, lo bueno de las cosas;
y estas situaciones, seguramente,
contienen millones de bendiciones,
aunque no lo parezca.

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