Adaptémonos
a las diferencias

Recuerdo aquella plastilina
que salió en los años 80...
parecía una gelatina,
algo líquida y sin forma;
que daba la impresión,
de poder adaptarse
a todas las superficies...
Sería maravilloso
poder implementar algo por el estilo,
ante las diferencias de los demás;
pues son precisamente las aristas,
y las curvas peligrosas de cada quien,
las que al rozarnos con ellas,
nos pueden lastimar.
Adaptarnos a las formas de cada quien,
como una medida temporal,
periodos cortos y no toda la vida;
nos ayudará a manejar mejor,
las temidas diferencias.

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