A veces me siento cansado,
afligido y derrotado,
como si el mundo entero
quisiera aplastarme.
Pretender ser Superman
o la Mujer Maravilla,
no ayuda, por el contrario, carga.
Aceptar que necesito ayuda,
tanto de Dios,
como de las personas que me rodean,
me hará sentir mejor.