¿Se puede rasgar el Alma?

El alma es como un jarrón de cristal:
transparente, pura y delicada.
Si ese hermoso jarrón se cayera y rompiera,
es posible que intentara repararlo,
pegando sus mil pedazos,
a pesar de que ya nunca volvería a ser igual,
pues las marcas de sus uniones,
me recordarían siempre que un día se rompió.
Lo mismo sucede con las personas
y con las palabras que digo sin pensar,
y que en algún momento rasgan el Alma.
No esperaré a perder lo que más amo,
con la esperanza en que el perdón,
logre que las heridas se borren;
las cicatrices nunca se borran.

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