Mientras no comprendamos
que tenemos el poder creador,
para regenerar, reparar y restablecer,
el buen funcionamiento del organismo,
seguiremos desconectados del cuerpo,
y por lo tanto, incapaces de sanar.
El primer paso, es conectarnos
de nuevo con nuestro cuerpo,
como uno que somos,
hablándole y explicándole lo que sucede
y especialmente escuchándole,
para determinar su origen
y la forma de sanar.
Segundo paso, sabiendo que el desamor
y la ignorancia propia,
y la recibida de las personas que te rodean,
han generado pensamientos,
sentimientos y acciones,
que te han causado dolor, sufrimiento,
y a la larga, enfermedad;
transfórmalos en luz, en amor,
armonía, equilibrio, bienestar y salud.
Tercer paso, asume la realidad,
de que eres luz, amor y sabiduría;
energía creadora,
capaz de reparar cualquier daño.
Tu cuerpo y tu organismo,
también son expresiones de energía,
visualiza tus miembros, órganos,
sistemas y funciones, reparándose
y funcionando perfectamente bien.
