Cierta noche
soñé con una frase que decía:
“La amistad es un regalo del cielo,
y el amor, su sello eterno”.
Así es que desde entonces,
he apreciado la amistad
como el más bello regalo de Dios.
Sin embargo, hace poco,
cobró un nuevo sentido para mi,
cuando mi amiga más cercana me dijo,
que los amigos eran ángeles de cielo.
¡Qué hermoso y qué cierto!
Los amigos son como ángeles,
que llegan a ti cuando más los necesitas,
trayendo consuelo, alegría, paz;
comparten tus penas y tus alegrías,
te comprenden,
y muchas veces en silencio,
simplemente están a tu lado.
Ahora ya sabes,
que cada amigo que tienes,
es un ángel que Dios ha enviado para ti,
y que tú eres el ángel,
que Dios ha enviado para ellos.
