Cuando hagas, solicites, necesites,
des u ofrezcas algo...
procura que tu intención sea pura.
La inocencia, sin ignorar consecuencias,
y la pureza de tu corazón,
marcan el contenido de tus pensamientos,
sentimientos y acciones,
como la tarjeta de presentación
de tu ser interno - eterno.
¡Cuida su calidad!