Una mala comunicación genera impacto
y puede llegar a molestar, causando rechazo,
cansancio, aburrición, duda, resistencia,
irritación e incluso confrontación;
al sonar, como la repetición de la repetidera.
Para convivir en armonía,
necesito comunicarme mejor,
y el lenguaje del Amor,
es mi mejor aliado.