¡El tiempo no me alcanza!

Cuando no me alcanza el tiempo,
me sintonizo en la frecuencia
del Tiempo del Padre o Tiempo Universal;
ya sea en mi meditación diaria,
o imaginando lo que hago con el dial de un radio,
al sintonizarme en la frecuencia deseada.
La intención es suficiente.
Ocasionalmente tiendo a protestar,
pensando que perderé valiosos minutos.
Sin embargo, lo que he confirmado,
es que el tiempo se me multiplica;
siendo más una inversión,
que una pérdida de tiempo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *