Así es que cuando llegue, vívelo,
experimentando ampliamente,
lo que debas vivir;
hazlo con gratitud y mansedumbre,
porque hay cosas fáciles y cosas difíciles,
y ambas, son parte de tu proceso.
Cuando pasen,
aprende de ellas y déjalas atrás;
luego, ve al encuentro de lo que viene,
vívelo, aprende y suéltalo de nuevo.