A veces es necesario decir... Padre, necesito tu ayuda
¡Padre, necesito tu ayuda!
no quiero hacerlo solo,
además ni siquiera sé cómo hacerlo.
Por favor, llévame de tu mano,
me siento cansado, afligido, perdido...
¡Padre por favor, guía mi camino!
¡que tu luz, sea mi protección contra la oscuridad,
y tu Amor, mi protección contra el desamor!
Me pongo en tus manos Señor,
¿en qué mejores manos podría estar?