Qué hago con mis defectos...
¿Los controlo o los manejo?
Mis defectos, como el fuego, no son buenos ni malos,
todo depende del uso que se les dé.
Si uso mal el fuego, puede llegar a matar;
pero si lo uso bien, puede servir para generar energía,
alumbrar, calentar y hasta producir movimiento.
Lo mismo sucede con mis defectos,
que no son más, que características de mi personalidad.
Si pretendo controlarlos, puedo llegar a reprimirlos;
y reprimirlos, puede fortalecerlos;
mientras que aprender a canalizarlos o encausarlos,
puede generar, como sucede con el fuego,
una energía útil y constructiva.