No cederé a la tentación de vengarme

El amor propio herido
o un ego mal encaminado,
puede llevarme,
a querer vengarme de alguien,
que siento me ha causado daño.
Ceder a esa tentación de venganza,
no es práctico ni efectivo, ya que a la larga,
acabará haciéndome más daño a mí,
que a quien quiero darle una buena lección.
Es preferible no involucrarme,
y dejar que el Universo se encargue de ello.

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