Cómo se fabrica un lápiz

Por: María Bernarda Suarez

EL LÁPIZ… Un objeto pequeño, delgado, alargado, sencillo, es la primera herramienta que utilizamos cuando niños, trazando bolitas y palitos para aprender a escribir. Su producción se remonta al año 1564 en Inglaterra, cuando se comienzan a explotar las minas de GRAFITO en la profundidad de la tierra; durante mucho tiempo se usó directamente, de ahí tomó su nombre: “mina de grafito”.

En 1662 Alemania utilizó una mezcla de grafito pulverizado, azufre y antimonio. Desde el siglo XIX, las minas del lápiz se han hecho con una mezcla de grafito y arcilla; el grafito por ser de color negro y suave, es el que hace las marcas sobre el papel; la arcilla le da dureza, fuerza y cuerpo.

Se dice que
"La mina, es el alma del lápiz
y la madera, es su cuerpo"

Las diferentes proporciones en la mezcla de arcilla y grafito, son las que producen los grados de dureza de los lápices, para sus diferentes aplicaciones; a esta mezcla se le agrega agua, se deja reposar, luego se estira a través de un rodillo de alta presión y de ahí salen hilos de mina suaves y flexibles. Para darles dureza son secados y horneados a muy alta temperatura. Luego se les da un baño de cera por ósmosis, para que tomen una textura suave, firme, sedosa, duradera y borrable.

Se dice que “La mina, es el alma del lápiz y la madera, es su cuerpo“. El cuerpo también puede ser una envoltura de papel, plástico o metal. Los Italianos en 1760 fueron los primeros en utilizar madera. El cedro es la madera preferida por los fabricantes, se cortan las tablas a medidas establecidas, se les hacen ranuras, se les agrega un pegamento para adherir las minas; una rueda de metal va colocando las minas una a una en cada ranura, la segunda tabla con ranuras, se coloca encima de la primera quedando un sándwich que luego se seca en horno. Una prensa mecánica corta las tablas para darle la forma triangular, hexagonal, circular u ovalada.

A continuación, se les da un recubrimiento de protección de pintura a base de agua, se les aplican varias capas de pintura para un acabado perfecto; después se les da identidad propia, o sea, se les marca y referencia de acuerdo al contenido de la mina, luego se barniza, y con papel de lija, en una banda sinfín se les saca punta. Una persona entrenada hace el control de calidad, y finalmente es empacado y distribuido para todo el mundo.

La dureza de los lápices se clasifica con las letras H (del inglés HARD = duro) y B ( del inglés BLACK = negro) y los números de 1 a 4; también hay combinaciones de letras, el HB es el más usado en la vida cotidiana el HH es el más duro y pálido.

Ahora ya sabes, que tienes un tesoro entre tus manos.

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